Tuesday, 18 August 2015

Lego Jurassic World (Análisis)

Aunque hasta el día de hoy ya he analizado dos juegos de la franquicia Lego como son ESDLA y El hobbit, y ya que hace un tiempo que no hablo de ninguno, traigo este que, si bien es el mejor de los que he jugado, probablemente también sea el último que juegue.
La franquicia Lego ha llegado a un punto que debería ser de inflexión, porque la innovación debe llegar ahora o quedarse en una saga que será sobreexplotada e irá de más a menos.
Por lo que sé, la saga de Lego ha ido innovando, desde sus primeros juegos como fueron Star Wars e Indiana Jones, hasta la ampliación en la secuela de Batman, en la que se usó por primera vez un mundo abierto.
Para mí, en los juegos de Lego, siempre ha sido el mundo abierto lo que me ha dado más ganas de jugarlo, y en esto el que más destacaría sería Lego El hobbit, que bien podría haber sido el mejor de la saga, si no hubieran hecho esa "gracia" dejando al jugador un juego inacabado.
Lego El hobbit salió con las dos primeras entregas de la saga de películas, bajo la promesa de un futuro DLC que jamás llegó a realizarse. Un desenlace cómicamente absurdo para un juego con un impresionante mundo abierto, que justificaba su compra aún habiendo jugado al de ESDLA. Y es que en Lego El hobbit se daba uno cuenta de que todo había sido adaptado con más cariño, más tamaño y, en definitiva, más calidad, pero es algo totalmente indefendible lo que hicieron con ese supuesto DLC, que lastra, y mucho, la nota final.
Aunque, tras este fiasco, no tenía ganas de comprarme el siguiente, no pude resistirme al ver que iba a ser de una de mis sagas favoritas al completo: Jurassic Park.
Reconozco que el hecho de que tuviera dinosaurios ya era un aliciente, pero eso, sumado al mundo libre, a los cinco niveles por película y la enorme cantidad de icónicos personajes jugables que tenía (todo personaje con vida es jugable, para hacernos a una idea) lo hizo un esencial en mi, por otro lado, pequeña colección de videojuegos.
En el caso de Lego JW, se nos da la opción de comenzar por la saga original o por la nueva. Recomiendo la primera opción, puesto que es esa la más tópica y poco innovadora, mientras que la nueva (además del obvio interés que supone ser la más reciente) trae alguna mecánica más novedosa que sorprende en algún momento. De este modo, no se produce un bajón en calidad y el juego va de menos a más (aunque ahora comentaré más específicamente)...
En el caso de la saga original, y, como en las películas, sale ganando indiscutiblemente la primera entrega, siendo la segunda algo menos entretenida y la tercera incluso pesada por momentos.
Jurassic Park nos muestra los orígenes del parque tal y como los vivímos en la primera entrega, con la BSO original (aunque el doblaje al español está cambiado, sin razón aparente, en algunos personajes).
Seguimos teniendo la barra de recogida de piezas, los entornos destruíbles, unos puzzles sencillos... Es de agradecer que el tema de superviviente auténtico (la barra de piezas a la que me refería) no sea tan exigente como algunas de El hobbit, que a la mínima que te dejases alguna ficha no llegabas al objetivo marcado.
En cualquier caso, resulta interesante jugar con los dinosaurios, aunque para usarlos en modo libre habrá que encontrar los ladrillos de ambar, y algunos tienen unos recintos bastante pequeños.
Es en la primera parte en la que encontramos algunos de los mejores momentos del juego como la escena de la cocina. Un nivel completamente jugable, con los toques de humor justos pero que también supone una gran adaptación y homenaje al mismo tiempo de la tensión de dicha escena.
El mundo perdido y Jurassic Park 3 son una bajada con respecto al anterior, porque no ofrecen nada nuevo bajo el sol, a excepción, quizá, de los dinosaurios voladores, aunque solo pueden ser usados en sus respectivos recintos, también pequeños y con una estética algo deprimente (no invita a jugar mucho en esas zonas no).
Jurassic World, en cambio, ofrece algunos niveles interesantes, tales como el de la jaula de los velocirraptores y otros, que rompen en ocasiones con la ya muy cerrada mentalidad de los juegos de Lego.
También se nos permite controlar al Indominus o al Mosasaurio, pero ambos, especialmente el segundo, se tornan en decepcionantes cuando ves el escaso margen de acción que tienen.
Otra de las cosas negativas son los combates, pues se reducen a pulsar algunos de los botones en el momento adecuado, haciendo que el jugador se salga del juego por completo, puesto que le quitan el control (algo inadmisible en un videojuego).
El mundo abierto no es tan bueno como lo fue el de El hobbit, por un motivo: ni la segunda, ni la tercera entrega dan para un mundo abierto.
El mundo se divide en cutro zonas, dos en la Isla Nublar (Jurassic Park y Jurassic World) e Isla Sorna (El mundo perdido y Jurassic Park 3). Para acceder a ellas hay una pequeña transición, siendo las dos primeras las más grandes.
En el caso de Isla Nublar, visitaremos los lugares emblemáticos y veremos a personajes conocidos. En el caso de Sorna, los lugares emblemáticos son mucho menores, además de la bajada de calidad.
Puede que recordéis la primera aparición de los raptores en el complejo abandonado de InGen en la tercera entrega de los dinosaurios, pues bien, no se puede entrar, dejando a esa parte de Isla Sorna vacía de cualquier interés (puesto que el resto de zonas no dan mucho de sí).
En El mundo perdido aún hay algo interesante, pero tampoco es para echar cohetes. Se salvan, sorprendentemente, algunas persecuciones, a las que el alto número de NPC's presentes les hace mucho bien.
Además, hay que decir que, ahora sí, la fórmula Lego está acabada. Con Lego JW han exprimido la última gota de lo que había, por lo que es ahora o nunca para TT Games y las demás empresas involucradas el innovar.
De momento, Lego Dimensions no me atrae demasiado (otra estrategia vende-Amiibos más) y Lego Avengers (que adaptará Los vengadores y su secuela, La era de Ultrón) parece seguir el mismo esquema que este (y todos los demás).
En el caso de Lego Jurassic World, se nos da un juego con bastantes puntos positivos y un sentido del humor decente, pero al que le faltan bastantes cosas para ser redondo. Unos fallos que, desgraciadamente, se van notando más y más conforme sacan más entregas de la saga. Y la cosa no tiene pinta de mejorar.


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