Esta entrada es un anexo al artículo: ¿A Dónde has ido Disney Channel?
"Verás Perry el Ornitorrinco, lo único que quiero por Navidad, es la capacidad de odiar la Navidad"
Dr. Heinz Doofensmirthz
Phineas y Ferb llegaron como otra serie más durante los últimos meses del buen Disney, antes de que llegase Patito Feo y otras barbaridades.
Al ser una serie animación, se puede alargar lo que se quiera, y no hay problema de que nos abandone si sigue teniendo (que lo sigue teniendo) éxito.
La idea inicial es, ya de por sí, muy original a pesar de su aparente simpleza: dos chicos que construyen cosas asombrosas durante sus (interminables, por cierto) días de verano, mientras su hermana intenta que sus padres lo vean.
La serie siempre sigue el mismo esquema, exceptuando algún episodio: los chicos construyen algo, se divierten, la hermana lo ve, intenta que su madre lo vea también y lo que sea que hayan hecho desaparece. Ya está, y aún así, la serie no pierde su gracia.
Esa es la parte que hace que esta serie merezca la pena, pero la que realmente hace que sea una buena serie es el otro hilo argumental: Perry el Ornitorrinco y Doofensmirthz.
Estos dos personajes llevan una relación amigo-enemigo francamente genial, una de las mejores que he podido observar en... bueno, siempre, para que mentir.
Aunque ninguno sería lo mismo sin el otro hay cosas que verdaderamente destacan:
+ La seriedad del "agente secreto" ante todas las cosas que hace su enemigo es divertidísima.
+ Los tópicos que van siendo destruídos por ambos personajes.
+ La infancia del Dr. D. no tiene desperdicio.
+ Sus escenas en la película (la serie originó una) están en la misma línea, geniales.
+ Por último, el buen humor de esa especie de relación estrafalaria que llevan. INSUPERABLE.
Podría decir que la serie se queda en una buena serie, pero no. Voy a ser sincero y voy a decir que sus infantilismos, sus locuras, su buen hacer y su simpatía, se han ganado a este escritor y espero que no se pierda nunca esta manera de hacer cosas para los más pequeños. Ya vale de sitcoms, una serie de calidad puede ser sencilla y aún así ser llevarse a los más mayores al bolsillo. De hecho, hay bromas que solo los más mayores entenderán.
P.S.: he de decir que mentalmente he puesto a los dos personajes y su relación como los mejores de la animación actual. Grandes que son.
(Atención, lo que queda de anexo contará partes de la serie)
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