Noche en el museo: El secreto del faraón (Crítica)

Título: Noche en el museo-El secreto del faraón
Título original: Night at the museum-Secret of the tomb
Duración: 97 min
Director: Shawn Levy
Reparto: Ben Stiller, Robbin Williams, Owen Wilson, Steve Coogan, Rami Malek, Ben Kingsley, Rebel Wilson.
Sinopsis: tercera entrega de la conocida y saga de Noche en el museo en la que Larry Daley deberá salvar una última vez a sus amigos...







"Estamos preparados"
Teddy Roosevelt

Otra despedida como la vivida hace bien poco en El Hobbit 3 llega a nuestras carteleras.
En este caso es la interesante saga de Noche en el museo, que a mí personalmente me ha sorprendido en cada entrega.
No es que revolucionen el cine cada vez que ha aparecido alguna, pero tienen un nosequé que las hace más simpáticas. En este caso además, se daba el duro suceso de la muerte de uno de los actores principales, Robbin Williams. Y además, la última aparición (como cameo) de Mickey Rooney.
Resulta difícil alargar el chicle en una saga que no parecía que diese para una película ya de por sí, pero lo han logrado:
Si en la primera fue el argumento llevado por la constante aparición de nuevas cosas que admirar y la explicación de las reglas (algo inevitable en pelis de este tipo), y en la segunda una ampliación aún mayor de ese mundo y la presencia de la fantástica Amy Adams, en esta tercera su encanto reside en un casi surrealismo en algunos momentos y en ese fantástico final, adecuado pero inesperado, y algo fuera de la comedia a la que la saga nos tiene acostumbrados.

Por última vez, la tabla del faraón del museo de ciencias naturales de Nueva York da quebraderos de cabeza a Larry Daley y a su grupo de extraños amigos, solo que esta vez deberá acudir a Inglaterra a solucionar el problema.
Un reparto de lujo encabezado por Stiller que cuenta como mejores bazas a Ben Kingsley, Rebel Wilson, Owen Wilson (uno de los papeles más simpáticos que le he visto) y algún cameo que sacará más de una carcajada (uno hacia el final era especialmente bueno).
La película no repite chistes de las anteriores, sino que inventa otros nuevos aprovechando todo el material que tiene a su alcance, incluída la ciudad de Londres, a la que exprime al máximo.
Y es que no se queda en eso, sino que se toma el lujo de darle más a cada personaje, ahondando un poco en su carácter, destacando la relación entre el vaquero y el romano, tremendamente graciosa, al nuevo Lancelot, al propio Larry (sin duda lo mejor de la película y lo segundo mejor de la saga tras Adams), y un curioso papel de hijo que le ha tocado a ese chaval al que vimos brevemente en la primera entrega de TASM.
En realidad, es con este con el que más en desacuerdo estoy, no niego que sea original (a los españoles nos toca cerca) pero no entiendo la decisión final. En realidad, me pareció el único cabo mal atado de la peli.
Resulta evidente que Noche en el museo 3 no es tan buena como la estoy poniendo aquí, pero es que no fue hasta salir de la sala el darme cuenta de que realmente los personajillos que se ha sacado Shawn Levy de la maga me han acompañado un tiempo considerable siendo "ellos mismos". Por así decir, han estado ahí de forma inapreciable (una peli entretenida de vez en cuando), y el hecho de que terminen me chocó algo más de lo que esperaba, sobre todo con ese final tan poco imaginado.

Los nuevos personajes, destacando a Rebel Wilson, tienen gracia y encajan con el micro universo que la película se ha montado en torno a sí.
Ah, y mencionar el simpático aunque algo desaprovechado segundo papel de Stiller, con algún momento descacharrante.
Concluyendo (una crítica cortita, no da para más): la saga Noche en el museo acaba de la mejor manera posible. No quedará en la Historia del cine pero yo creó que la recordaré con simpatía de aquí a unos años, que, además, es el mismo mensaje que pretende dar la película en sí.
Y eso sin contar con el emotivo mensaje a Robbin Williams.