Pixels (Crítica)

Título: Pixels
Título original: Pixels
Duración: 105 min
Director: Chris Columbus
Reparto: Adam Sandler, Michelle Monaghan, Josh Gad, Peter Dinklage, Kevin James.
Sinopsis: unos alienígenas usan videojuegos reales para atacarnos...











"Puedo hacerlo, si no, el mundo se acaba"
Sam Brenner

El día que estrenaron Pixels yo quería ver Ant-Man, pero el amigo con el que fui es muy de videojuegos y yo (en un acto de incomparable generosidad) accedí a ver su opción.
Al salir de la sala, no diré que había pasado un mal rato, pero desde luego, la idea de Pixels daba para mucho más y se queda en entretenida y graciosa hasta cierto punto.
Eso sí, tanto mi amigo como yo llegamos a la conclusión de que podríamos ver una crítica del estilo: "Too much pixels, 10/10" IGN.
Vamos a ver:
¿Es Pixels una mala película? No. ¿Es una buena película? A ratos. Y es que quien quiera pedirle a Adam Sandler que haga algo alejado de lo suyo es que no sabe mucho sobre él.
Pixels parte de la simpática premisa de una invasión alienígena en la que usan como arma unos videojuegos. Dicho argumento fue explorado (con más o menos acierto) en un cortometraje del mismo nombre.
Lo más extraño de Pixels es que no hace lo que se supone que debería hacer: centrarse en los videojuegos. El director decide potenciar mucho a los personajes humanos (de ahí un reparto bastante potente en términos generales) y no lo logra, porque parten de unos conflictos muy esquemáticos y tópicos.
Tenemos al hombre que no encuentra su sitio, la mujer recién separada, el chulo (con una carga de inseguridad considerable), el friki gracioso... No hay un avance en los personajes en ningún momento. No molestaría tanto si hiciera como en Transformers 4, por ejemplo. En dicha película, el personaje de Wahlberg quería salvar a su hija, era simpático, no le caía bien el novio de su hija y tenía el carácter para dar un discurso cargado de épica, pero tenía mucho menos metraje que las explosiones. Si hubiéramos visto una película que hubiera tratado más a los alienígenas y menos el humor, podría darle mucha más validez, pero no ha sido así.
Y es que donde más destaca la película es en sus escenas de acción. El combate contra Pac-Man, la escena de Donkey Kong o la del Centipede, son las mejores partes de un conjunto que no deja de ser una comedia de acción, cuando debería ser una película de acción con tintes de comedia.
También es cierto que en su parte de "película nostálgica" no da mucho de sí. Es verdad, mola ver todos esos juegos arcade de esa forma, pero muchos de los juegos están infrautilizados y no pasan de un mero cameo.
Hay una cosa que se ha discutido mucho y es si la película realmente va enfocada a los niños. Pues ese es otro fallo de la película, porque no llega ni a ser un recordatorio de los años 80 muy fiel (a excepción del prólogo) o una película infantil. Hubiera sido lo primero si hubiera potenciado su vertiente de acción y hubiera sido lo segundo si hubiera reducido un poco su carga de humor más para adultos.
Que tampoco es que sea una película de humor tipo Kingsman y dudo que (salvo el lenguaje del personaje de un Dinklage poco inspirado) los niños capten algunas de las bromas que cuentan, pero es probable que tampoco se les quede en la mente como una película para recordar.
Los efectos especiales, ya pasando a otros temas, son sobresalientes. Los efectos de los píxeles enormes están logradísimos y algunos momentos son sobresalientes (sobre todo la ya mencionada persecución con Pac Man).
Las actuaciones son correctas, destacando en el conjunto un graciosísimo Josh Gad que, aunque se pasa de frenada en algún momento, tiene escenas descacharrantes (las pocas que tiene el film). Nada que reprochar al resto, aunque se ve a Dinklage algo perdido y Sean Bean tiene un (gracioso) cameo pero nada más.
Dado que ya he dejado claro que es una comedia debería mencionar que el humor no está mal y que por momentos saca una carcajada que otra, pero tampoco es nada del otro mundo. Se nota que en algunas cosas falla, como el personaje de Q*Bert, que no da tanto como podría haber dado.
En conclusión (no da para más la película): me he reído con Pixels de cuando en cuando y no aburre, pero se echa mucho en falta una verdadera película sobre videojuegos con acción y sin la presencia de Adam Sandler que, aunque no molesta (de hecho, su personaje es bastante majo, todo hay que decirlo) ha hecho esta película demasiado suya y tira abajo un conjunto que en otras manos podría haber sido muy bueno. Para ver una vez y casi mejor en casa un día que la pongan por la tele, porque verla en cine da la sensación de perder un poco el tiempo.