Star Wars: El despertar de la fuerza (Crítica)

Título: Star Wars-El despertar de la fuerza
Título original: Star Wars-The force awakens
Duración: 136 min
Director: J.J.Abrams
Reparto: Harrison Ford, John Boyega, Daisy Ridley.
Sinopsis: séptima entrega de la famosa saga Star Wars, continuando los hechos de la trilogía original..









"Chewie, estamos en casa"
Han Solo

Si bien mi opinión sobre Star Wars VII ha quedado más que clara tras mi anterior entrada, no está de más hacer una crítica como Dios manda para aquellos a los que el formato de aquel "artículo" no les termine de convencer, algo comprensible porque fue motivado por el tremendo entusiasmo que me ha suscitado la séptima entrega de la saga de La guerra de las galaxias.
¿Qué puedo decir? El despertar de la fuerza me ha conquistado sin remedio.
Para empezar, iniciamos con un primer acto que es todo un monumento a la mejor acción posible. Nos dibujan brevemente a los personajes, de manera muy hábil, y los convierten en fugitivos. Bajo esta simple idea comienza una de las persecuciones más apasionantemente largas que ha visto, de cerca de una hora, casi ininterrumpida.

El bajón de ritmo puede venir quizá del segundo tercio de la película, pues vemos unos momentos de diálogo bastante más extensos, y se pierde idea de a dónde se está dirigiendo la película. Por suerte, esto dura poco y es subsanado por una enorme escena con algunos planos secuencia tremendos y mucha más acción. Además, en un segundo visionado, este "fallo" se hace invisible, tanto, que algunos de esos momentos se convierten en indispensables para que la película llegue al final de manera correcta.
En su último trozo, Star Wars VII eleva el listón con un maravilloso conjunto, del que nada revelaré, en el que un uso de la luz sobresaliente va oprimiendo el ambiente, en el que todo está en su lugar y que posee una de las escenas más terribles, sino la que más, de toda la saga.
Es cierto que el guión de El desperar de la fuerza bebe de algunas cosas del de Una nueva esperanza, pero le da tantos matices de diferenciación que resulta, una vez vista y reflexionada, algo absurdo afirmar que este séptimo episodio es "solo un remake". La verdad es que Abrams usa un argumento simple para transmitir mucho más, que es lo que siempre se le ha dado bien (ahí tenemos Super 8, que era similar a muchas otras y consiguió destacar).

 Por otro lado, sorprende la delicadeza de los creadores de esta maravilla en ciertos momentos, en los que roza la poesía en movimiento. ¿Quién iba a imaginar que esta película tendría momentos estéticamente preciosos? La película es, realmente, una obra de arte en todos los sentidos.
Tampoco podemos olvidarnos del lado más nostálgico y "friki" de la obra. Y es que estamos ante la nueva Star Wars, que viene dispuesta a ocupar el puesto de la más taquillera de la Historia y que ha generado una expectación que roza lo obsceno. Por suerte, Abrams es un tipo al que le encantan las referencias, y las proporciona en masa. Muchísimas cosas están ahí solo para hacer referencia a otras entregas (sobre todo a las originales, las precuelas quedan algo olvidadas).
Además, si con los homenajes no teníamos suficiente, los personajes de los episodios IV, V y VI vuelven a la carga, destacando un Han Solo tan carismático como siempre. Digo sin ningún problema que Harrison Ford se merece, al menos, una nominación al Óscar, porque está inmenso, sobre todo en la escena del puente (una vez vista la película, ya sabemos todos cual es).
Encontramos también nuevas aportaciones a la saga en materia de personajes:
Para empezar, hay mucha química entre Boyega y Ridley en pantalla, haciendo que sus conversaciones tengan gracia y su relación, sentido.

Los villanos también están ahí, destacando a Kylo Ren, uno de esos personajes que uno recuerda aún habiendo llegado a casa después del cine. Alguien que encuentra el modo de equilibrarse con los enormes Vader y Sidious (el Emperador). Hay alguna sorpresa por ahí, pero me la callaré por si aún no la habéis visto. De todos modos, ¿a qué esperáis?
Por último, mencionar el gusto que da que los efectos visuales vuelvan: maquillaje, explosiones... Todo está magníficamente bien hecho y, no solo eso, sino que los efectos especiales se implantan perfectamente. Ya van un par de películas así (Mad Max: Furia en la carretera o Los Vengadores: La era de Ultrón) y realmente hacen bien a una indutria que caía en el artificio fácil.
En definitiva, y para no alargarnos más. El séptimo episodio de Star Wars ha estado a la altura de las espectativas y no solo eso: las ha superado ampliamente. El despertar de la fuerza es, para mí, la mejor película de la saga y, por qué no decirlo, la mejor película del año.