Tuesday, 29 December 2015

Ocho apellidos catalanes (Crítica)

Título: Ocho apellidos catalanes
Título original: Ocho apellidos catalanes
Duración: 99 min
Director: Emilio Martínez-Lázaro
Reparto: Dani Rovira, Clara Lago, Berto Romero, Karra Elejalde, Carmen Machi.
Sinopsis: secuela del éxito de taquilla español Ocho apellidos vascos que continúa los líos de personas de diversas partes de la península...







"Yo soy un vasco con principios"
Koldo

Me sincero: no he visto la primera parte de esta "saga". Lo cierto es que, y los que me leéis usualmente (pocos) lo sabréis, que no tengo en muy alta estima el cine español. Es cierto que alguna vez surge alguna propuesta verdaderamente buena, como El niño, pero esta Ocho apellidos no es una de ellas. ¿Podría encontrar la propuesta española buena de este año en El desconocido? Aún no lo sé, pero ya se verá.
Pero centrémonos en la película que nos ocupa.
Ocho apellidos catalanes reabre un argumento que, tal y como se nos presenta, parecía cerrado. Y diréis, "tú no has visto la primera, que sabrás". La verdad es que solo me hacen falta las innumerables referencias a una ruptura entre los personajes de Rovira y Lago, algo que sucedió después de esa película. ¿Es esto algo malo? No necesariamente, pero bueno tampoco. Es lo que pasa cuando uno deja cerrado un argumento y el éxito que consigue le hace volver a abrirlo. En este caso, no me parece que lo hubieran hecho mejor si realmente fuera una secuela planeada, porque el nivel general no es muy alto, que digamos.
Por otro lado, no me gustan mucho las críticas negativas. Resulta muy fácil meterse con el trabajo de otros de todas las maneras posibles. Solo hablo mal de algo cuando creo que realmente se lo merece, y aún así no dejo de valorar el trabajo de los implicados.
Si buscas una película con los tópicos de muchos rincones de España, aquí está. Si buscas una comedia romántica, aquí está. Si buscas algo más, mejor busca otra película.
No es que Ocho apellidos catalanes sea realmente mala, es que no es buena. Se queda en un punto intermedio, donde a lo único a lo que podemos llegar es a una indiferencia bastante fuerte, que nos hace olvidar la película a los dos minutos y una sensación de "podría haber sido mucho más" muy pesada.
El humor funciona bien a ratos, en su mayoría, los protagonizados por Karra Elejalde, sin duda el mejor actor del plantel, con sus bromas tontorronas y de humor blanco casi infantil. Los demás momentos solo son buenos cuando cumplen ese tipo de humor, el que haría sonreír a cualquier niño, pero no, la película quiere parecer una comedia dirigida a los adultos, y enrevesa las situaciones hasta dejar algunos chistes casi inservibles. Destacan en esto, por desgracia, los momentos de humor más chusco, como esos momentos iniciales de Rovira, muy de "cine español".
Por otro lado, respecto a la parte de comedia romántica en sí, bebe de manera tan descarada de situaciones de otras películas que resulta absurdo. Hay momentos en los que ya no era dejavu, era simplemente una copia descarada. Por cierto, hace unos cuantos años, salió una película (que me queda pendiente pero en la que tengo mucho interés) cuya premisa era tremendamente similar: Good Bye Lenin. Mirad su ficha en FilmAffinity y decidme si no es tremendamente similar en argumento a la que nos ocupa.
Las actuaciones son resultonas. Destacando sobre el conjunto está Elejalde, por conseguir que creamos que en ese vasco tan exagerado hay un corazón y es un buen tipo, así como su compañera Machi, que también es simpática (aunque él la supera). Mencionaría a Rovira, por la ingenuidad de su personaje, aunque tampoco para echar cohetes y a Berto Romero, por su hipster catalán, que tiene momentos buenos (como esa forma de subir escaleras). El resto, pues bueno, hacen lo que pueden.
Sin embargo, lo que más interesa, son los estereotipos catalanes. En este campo consigue un acierto, y es que no se centra únicamente en ellos, sino que los usa para que haya también bromas a otras zonas. No en vano se juntan catalanes, gallegos, vascos y andaluces en una sola película. Las bromas en este campo no están mal, pero no innovan nada. Con esto quiero decir que sí, por momentos me ha sacado una sonrisa, pero nada me ha sorprendido realmente, nada ha sido arriesgado de verdad, y eso le pesa a la película.
Técnicamente, la película tampoco alcanza precisamente un nivel decente. Los dos instantes que requerirían de un croma se notan demasiado, y no hablemos de los créditos de inicio, que por ser, eran innecesarios, y es que mira que había maneras de poner los nombres de los actores, pero bueno.
Que más podría decir, Ocho apellidos catalanes apenas rasca la superficie de otra película, la que se esconde dentro de esta y que "podría haber sido" pero no fue debido a un guión pobre y una realización que, para tratar de mantenerse en terreno seguro, resulta tan tópica que cansa. El cine español tiene la posibilidad, y en cierto modo la obligación, de hacerlo mejor.


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