Godzilla (Crítica)

Título: Godzilla
Título original: Godzilla
Duración: 123 min
Director: Gareth Edwards
Reparto: Aaron Taylor Johnson, Elisabeth Olsen, Ken Watanabe, Bryan Cranston, David Strathairn.
Sinopsis: remake de la película del monstruo más famoso de todos los tiempos: Godzilla...










"¡No tienen idea de lo que se nos viene encima!"
Joe Brody

Con una publicidad apabullante y un tráiler que simplemente invitaba a ver la película, llega de nuevo, desde el remake del 98, el monstruo de la cultura japonesa.
No voy a mentir, he ido a ver esta película por el gran escaparate de efectos especiales que se auguraban desde el principio y no he salido nada decepcionado.
Este nuevo Godzilla es un tributo al original, mucho más parecido y con las cosas que los fans debían esperar tras contemplar la película de Emmerich (no la considero una película estrictamente mala, pero estoy convencido de que si la hubieran llamado Dinosaurio en NY, No es Godzilla o algún otro título cómico, habría tenido más aceptación, porque era una comedia).
Lo que todos esperan es ver al monstruo, la verdad es que aquí se presenta igual que siempre: haciéndose esperar. Los destrozos y los planos algo más confusos abundan hasta el final, completamente apoteósico.
Yo, que no estoy precisamente puesto en el mundo del monstruo japonés, si que me he llevado alguna sorpresa, sobre todo durante el principio. Un punto positivo haberle puesto un argumento que, sin llegar a ser una maravilla de guión, ha innovado dentro del mundo de Godzilla y de los kaiju (los monstruos japoneses en general si lo he entendido bien, similares a los de Pacific Rim).
Las películas de kaiju-eiga (películas de monstruos japonesas) nunca me han interesado demasiado pero esta me ha gustado más de lo que esperaba.

Que los efectos especiales son simplemente perfectos sin mancha alguna es un hecho, pero darle algo de vida a todo esto cuesta, y es donde quizá falla un poco la película.
El personaje del soldado, junto con Bryan Cranston, son de lo mejor de la película. Ambos actúan muy bien y ver a Cranston siempre es un placer, pero aunque no lo presenten apenas, es el soldado, interpretado por Aaron Taylor Johnson, quién realmente es el protagonista humano. Su problema es que es una película muy coral y pocas veces da tiempo a que salgan durante más de 10 minutos seguidos por personaje, algo que podría haberse mejorado un poco.
La actriz Elisabeth Olsen (ahora me entero yo de que eran tres y no dos las hermanas Olsen) lo hace realmente bien y va a aparecer en la segunda entrega de Los Vengadores (como hermana del personaje de Aaron Taylor Johnson, que también aparece, vaya lío).

Algunas escenas de tensión son buenísimas, a destacar una en un puente y el final, prácticamente sin diálogos y la escena más espectacular (aunque no la mejor) de la cinta.
Un espectáculo que no os podéis perder en cine si os van este tipo de películas.