Título: Mercury Rising (Al rojo vivo)
Título original: Mercury Rising
Duración: 112 min
Director: Harold Becker
Reparto: Bruce Willis, Alec Baldwin, Miko Hughes, Alec Baldwin.
Sinopsis: un policía debe encargarse de un niño autista al que, de pronto, alguien quiere ver muerto...
"Yo soy Art. Soy tu amigo"
Art Jeffries
Hace ya varios años se estrenaba Mercury Rising, una película de acción de Bruce Willis que le valió absurdamente el Razzie al peor actor (los de esos premios no aciertan casi nunca).
En este caso, Willis deja a un lado las explosiones más espectaculares tipo Jungla de cristal y nos deja una película que se asemeja más a El fugitivo (gran película de Harrison Ford, quizá la reseñe en un tiempo) que a la saga de la Jungla.
Para empezar tenemos al interesante dúo protagonista: un niño autista de nueve años y un policía en una mala época.
Con esto se presenta algo que es el diálogo entre estos dos personajes que le da gran parte de la riqueza que tiene la película y es su mayor mérito: no se queda en la acción simple, ahonda en cada personaje.
Es de eso de lo que sale una gran película que más que de acción parece casi de espionaje (esa genial escena en el hospital).
Destacar la increíble actuación del niño Hughes, algo fuera de lo normal. Simplemente parece que realmente fuera autista (me lo llegué a cuestionar, tuve que mirar en internet). Un papel duro y difícil que parece que a él le resulta normal, una desgracia que quedase fuera del cine, podría haber sido genial.
Willis, siempre enfadado con la gente porque realmente no dejan de molestarle, se abstiene de decir palabrotas (delante del niño al menos) y firma una de las mejores actuaciones de su carrera.
Como villano, casi siempre fuera de la acción un increíble Alec Baldwin que ahora se pasea por nuestras salas en Torrente 5. Como has llegado a esto, madre mía.
La acción es magnífica pero no hay coches que explotan ni cosas así. Son escenas emocionantes pero a las cuales el efecto especial es innecesario (a excepción claro de la escena del tren que es emocionante como pocas). Uno se da cuenta de que hay pelis que abusan de efectos cuando hay mil cosas que se podían hacer realmente sin mayor problema.
Ahora mismo, puede que algunas cosas queden algo anticuadas, pero es algo inevitable cuando la película es de finales del siglo pasado: la gente no manejaba bien los ordenadores, que aún eran de caja blanca, la manera de grabar era diferente (menos dinero, menos medios, y aún así un increíble resultado superior a cientos de películas actuales), incluso los vagones de tren se ven algo viejillos.
Sin mencionar la manera en la que es tratado el autismo, casi como algo desconocido.
Una película que tiene esa desventaja y sigue siendo tan genial como la primera vez que la ví merece un reconocimiento que, por mí parte, le doy con esta entrada.
Son dos horas con más diálogos que acción y aún así la crítica consiguió ponerla mal ya en su momento. Que mal vais cuando las películas realmente recordadas son aquellas que ponéis mal. En fin...
Por no revelar cosas del argumento, que sorprende muy bien, no diré mucho más, pero realmente es una película de espionaje y escapadas, y de las mejores que hay. Muy interesante lo del código Mercury... Y hasta ahí puedo leer.
Mención especial a la escena de la bodega de Baldwin... No me reía tanto desde hace tiempo, la mejor escena de la película con diferencia.
Con esto acabo la crítica, porque más cosas buenas no puedo decir. Recomendable en todos los sentidos.
Título original: Mercury Rising
Duración: 112 min
Director: Harold Becker
Reparto: Bruce Willis, Alec Baldwin, Miko Hughes, Alec Baldwin.
Sinopsis: un policía debe encargarse de un niño autista al que, de pronto, alguien quiere ver muerto...
"Yo soy Art. Soy tu amigo"
Art Jeffries
Hace ya varios años se estrenaba Mercury Rising, una película de acción de Bruce Willis que le valió absurdamente el Razzie al peor actor (los de esos premios no aciertan casi nunca).
En este caso, Willis deja a un lado las explosiones más espectaculares tipo Jungla de cristal y nos deja una película que se asemeja más a El fugitivo (gran película de Harrison Ford, quizá la reseñe en un tiempo) que a la saga de la Jungla.
Para empezar tenemos al interesante dúo protagonista: un niño autista de nueve años y un policía en una mala época.
Con esto se presenta algo que es el diálogo entre estos dos personajes que le da gran parte de la riqueza que tiene la película y es su mayor mérito: no se queda en la acción simple, ahonda en cada personaje.
Es de eso de lo que sale una gran película que más que de acción parece casi de espionaje (esa genial escena en el hospital).

Willis, siempre enfadado con la gente porque realmente no dejan de molestarle, se abstiene de decir palabrotas (delante del niño al menos) y firma una de las mejores actuaciones de su carrera.
Como villano, casi siempre fuera de la acción un increíble Alec Baldwin que ahora se pasea por nuestras salas en Torrente 5. Como has llegado a esto, madre mía.
La acción es magnífica pero no hay coches que explotan ni cosas así. Son escenas emocionantes pero a las cuales el efecto especial es innecesario (a excepción claro de la escena del tren que es emocionante como pocas). Uno se da cuenta de que hay pelis que abusan de efectos cuando hay mil cosas que se podían hacer realmente sin mayor problema.
Ahora mismo, puede que algunas cosas queden algo anticuadas, pero es algo inevitable cuando la película es de finales del siglo pasado: la gente no manejaba bien los ordenadores, que aún eran de caja blanca, la manera de grabar era diferente (menos dinero, menos medios, y aún así un increíble resultado superior a cientos de películas actuales), incluso los vagones de tren se ven algo viejillos.
Sin mencionar la manera en la que es tratado el autismo, casi como algo desconocido.
Una película que tiene esa desventaja y sigue siendo tan genial como la primera vez que la ví merece un reconocimiento que, por mí parte, le doy con esta entrada.
Son dos horas con más diálogos que acción y aún así la crítica consiguió ponerla mal ya en su momento. Que mal vais cuando las películas realmente recordadas son aquellas que ponéis mal. En fin...
Por no revelar cosas del argumento, que sorprende muy bien, no diré mucho más, pero realmente es una película de espionaje y escapadas, y de las mejores que hay. Muy interesante lo del código Mercury... Y hasta ahí puedo leer.
Mención especial a la escena de la bodega de Baldwin... No me reía tanto desde hace tiempo, la mejor escena de la película con diferencia.
Con esto acabo la crítica, porque más cosas buenas no puedo decir. Recomendable en todos los sentidos.
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