Sunday, 19 July 2015

El niño 44 (Crítica)

Título: El niño 44
Título original: Child 44
Duración: 137 min
Director: Daniel Espinosa
Reparto: Tom Hardy, Noomi Rapace, Gary Oldman, Jason Clarke, Joel Kinamman, Vincent Cassel.
Sinopsis: un asesino comienza a matar niños en la Rusia soviética, un militar degradado tratará de atrapar a este hombre...









"No hay asesinatos en el paraíso"
Leo Demídov

Puede que algunos conozcáis al asesino Andréi Chikatilo, que mató a muchísimos niños hará ya unos 20 años en Rusia. Pues bien, esta película toma ese hecho y lo "modifica" en dos aspectos: el primero y más evidente es que ahora estamos en la URSS, mucho más alejados de la historia real, y el segundo es la presencia de Leo Demídov, estrechamente conectado con todos los puntos de la trama por diversos motivos.
El niño 44 es una película decente, no es notable por algunas cuestiones que reseñaré a continuación, pero, con todo, ha sido algo decepcionante.
Para empezar, el peso de la película recae en Rapace y Hardy, lo que en circunstancias normales me parecería genial, pero aquí no. Aquí tienes un monstruoso reparto, que no sé de donde te lo has sacado y en el que un duelo interpretativo entre varios de los actores habría sido una gozada, pero no. Mandamos a Clarke y a Cassel a hacer un mero cameo (sobre todo el segundo), a Oldman lo ponemos de secundario ocasional, y lo mismo hacemos con Kinamman, que tiene un par de apariciones esporádicas a lo largo de la película.
Todos los actores cumplen bien su cometido, pero con el poco tiempo que les dejan, es como decir que deberían ganar el Óscar (Oldman se las apaña para tener su momento, como siempre, magnífico). Sinceramente, que manera de desaprovechar algo tan positivo.
Por otro lado, nada que reprochar a unos Hary y Rapace que están estupendos en sus respectivos papeles de Leo y Raisa.
La dirección de Espinosa no está mal. Consigue que el ambiente de la URSS sea opresivo y frío y en lo que respecta al guión, está muy fielmente representada la novela en la que se basa. De hecho, lo está tanto, que algunas cosas no acaban de funcionar. Me explico: en una novela, puedes darle a los personajes una historia larga, porque el lector ya se espera que no ha de haber mucha rapidez en la obra que lee, pero una película es condensar eso en dos horas o poco más y Espinosa falla de pleno en eso, queriendo poner todo lo posible y no teniendo la fuerza suficiente.
Al principio no estaba muy de acuerdo con la descripción que le daban algunos de "abarca mucho y aprieta poco" pero ahora que le he dado más vueltas al tema, reconozco que en parte tienen razón. El primer tercio del libro no tenía apenas nada que ver con el asesino y se centraba en Leo Demídov, lo que aquí se traduce en algo que da la impresión de ser una introducción de 45 min, cansando al espectador.
En mi caso, al haberme leído el libro, no me afectó mucho y creo que disfruté más que la mayoría, incluso cuando al final se me comenzó a hacer algo larga.
Las escenas de acción son dos básicamente, porque no hay mucha pelea o explosión, sino que la mayor parte del film se basa en investigación y representación de la paranoia soviética (donde el personaje de Ivan triunfa, en una de las mejores escenas de la película). Sin embargo, quizá al director de fotografía le dio un ataque al corazón el día que tenían que grabar y le entraron unos temblores que no debían de ser ni medio sanos, porque vamos, ha logrado desorientarme en dichas escenas como pocos, ni siquiera la primera entrega de Los juegos del hambre lo logró de esa manera. Pero bueno, es un mal que, gracias a lo breve de ese par de escenas, pasa algo desapercibido.
Hasta ahora he hablado de una fidelidad casi enfermiza hacia la novela, pero tranquilos, que eso lo arreglan cambiando el final, y es que donde realmente falla la película es en el abrupto final, en el cual se supone que debería darse el tremendo giro inesperado de la novela, pero no. Simplemente lo omiten, y eso no tiene sentido.
Toda la novela (y la película) va enfocada hacia un punto (que no revelaré) y no entiendo la desaparición de dicho punto, porque manda al traste una gran parte de lo que hemos visto. Es como si en Star Wars vieras el final del personaje del Emperador pero no te enterases de sucede (la conocida escena de Vader, para entendernos). Lo que has visto hasta el momento ha estado bien, pero falta un engranaje muy importante, dejando un clímax que podría haber sido tremendo en uno que... Bueno, que cumple pero no da más de sí.
En todo caso, y aunque la novela sea superior a la película, no puedo decir que lo pasara mal, pero sí que considero que no la voy a repetir. Vista una vez es suficiente, y más cuando el final te juega esta mala pasada.


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