Monday, 30 June 2014

Transformers (Crítica de una saga)

Hace tiempo que no traigo una crítica de una saga completa y, con motivo del próximo estreno de Transformers: la era de la extinción me he decidido a analizar los pros y los contras de una de las sagas con más explosiones de Michael Bay.
Para ponernos un poco en ambiente, los Transformers triunfaron hace unos años contando historias de robots que salvaban el mundo de otros robots : Megatron, Unicron... De ellos surgieron unos muñecos (o al revés, no me acuerdo) que también fueron un éxito. Tiempo después, Michael Bay, con la ayuda de Steven Spielberg, tuvo la idea de hacer una película de acción real con los mismos protagonistas, adaptándolos a la actualidad.
Las películas han sido un éxito encontrándose entre las más taquilleras y superando la tercera entrega los 1000 millones de euros de recaudación.

Transformers

La primera entrega de Transformers parece hecha para tantear el terreno. Un argumento bastante sencillo da pie a algunas de las mejores explosiones que se vieron durante la década pasada.
Shia LaBeouf destacaba como futura promesa de Hollywood en un papel que le iba como anillo al dedo y que realmente consiguió hacer bien. Por desgracia ahora el actor va de un problema a otro, mayoritariamente metiéndose en peleas (y una acusación de plagio que fue llevada a los tribunales y que finalmente demostró ser cierta).
En el otro lado encontrábamos a Megan Fox, una super modelo que llegaba al mundo del espectáculo y que, aunque no lo hacía mal, no era precisamente la merecedora del Óscar.
Dos historias se entrecruzaban en la película: la seria, con los soldados (Duhamel y Gibson, dos sorpresas muy agradables), el ministro de defensa (Jon Voight, perfecto como siempre) y un largo etcétera de hackers y policías raros como era el que interpretaba Turturro, papel que fue mejorando en las sucesivas entregas.
Por la parte robótica encontrábamos a robots simpáticos pero a los que no conseguías tomar cariño, algo de lo que hablaré con las otras dos películas. Me estoy refiriendo a que el hecho de que alguno pueda morir no es verdaderamente relevante y, de hecho, parece que al director tampoco le importa mucho, puesto que si en algún momento se da ese caso o uno que se le acerque, no le dedica ni un segundo.
El humor es muy "marca Michael Bay": bromas algo verdes, más para adolescentes que para los niños que comparon los nuevos muñecos que Hasbro comenzó a producir. Estos momentos se personifican en la persona de los padres de Sam, que no están mal, pero andan algo descolocados.
En fin, Michael Bay no parece saber a donde va con esta primera entrega tratando de gastar bromas en unos momentos supuestamente serios.

Transformers: La venganza de los caídos

La segunda entrega de los robots del espacio llegó con la máxima expectación, y no era para menos. Quien lo recuerde, el tráiler invitaba a ver la película, que parecía de aventuras pura y dura.
El problema es que, si bien las explosiones y los robots eran más y mejores, Bay parecía haberse decantado por el lado del humor, posiblemente el fallo más grande de la película.
Cuando intentas hacer una escena más o menos emotiva, y la rodeas de momentos humorísticos, no consigues para nada lo que querías, y eso es lo que le pasa a Transformers 2.
Para empezar, algo muy criticado fueron los robots gemelos que no pegan ni con cola y que simplemente no tienen sentido: ¿los Autobots piden refuerzos y aparecen esos dos memos? Venga ya.
Luego está alguna incorporación, como es la de Leo, un personaje bastante simpático aunque metido por un solo motivo: el humor. De hecho, por momentos me pareció que podría tener más calado, pero Bay se empeñó en que lo único que dijera fueran cosas graciosillas.
Destaca John Turturro en su escena en una pirámide de Egipto gritando por teléfono. Esa escena fue de lo mejor de la película y debería haber sido el único personaje que trajese risas al conjunto.
Ahora, la película me gusta más y la he repetido varias veces (soy muy de repetir películas) pero aún recuerdo lo molesto que salí de la sala cuando me prometieron una cosa y recibí otra.
La batalla final hay que seguirla con lupa, si no lo haces, te pierdes entre tanto robot.

Transformers: El lado oscuro de la luna

Ahora sí Michael Bay, ahora lo has conseguido.
Viendo el señor Bay que su propuesta de comedia no había funcionado como había querido (aunque recaudó una de pasta impresionante), trató de hacer una película mucho más seria, al menos dentro de lo que una película de robots gigantes venidos del espacio puede ofrecer.
Los primeros tres cuartos de hora son de diálogos con algunos momentos de acción (esa persecución) que atenúan la película de investigación que parece que estamos viendo.
La idea del personaje de Dempsey me parece de lo mejor. Una revelación muy interesante en el mundo de los robots de Cibertrón y una buena actuación.
La nueva modelo, Rosie Huntington-Witheley, lo hace igual de bien o incluso mejor (por lo menos, me cae más simpática) de lo que hacía Megan Fox, quién fue expulsada después de algunas declaraciones contra Michael Bay (aunque ahora parecen estar en mejores relaciones con la próxima película de Las Tortugas Ninja).
Shia LaBeouf tira aquí de todo su recital interpretativo, puesto que sabía que era su última oportunidad de lograr algo (que parece que ahora quiere dilapidar).
Tampoco vayáis a creer que Bay ha cambiado, puesto que la siguiente hora y cuarto, comprende de un número de explosiones que jamás había visto.
Desde luego, la batalla final es lo mejor de la saga. Hay gente a la que se le hizo larga pero a mí en su momento me gustó mucho, y ahora que ya sé lo que viene me pongo cómodo a disfutar de un rato muy largo de explosiones.
Destaca la escena del rascacielos (una media hora) que es simplemente una pasada. La verdad es que no hay otra palabra para describirlo. Es cine palomitero en estado puro.
Los nuevos robots, salvo Sentinel, no salen demasiado, eso sí, cuando salen, sobre todo Shock Wave y su mascota, son de lo mejor.
Puedo decir sin duda que es una de las mejores batallas que he visto en años.
Perfecto broche de oro a la primera saga de Transformers.

Con esto os dejo por hoy, no sin antes mencionar algo muy importante de las tres películas: grandes las canciones de Linkin Park, que no incluí en mi anterior artículo sobre este tema pero que quizá en alguna "segunda parte" si la hago algún día, aparezcan. Recomiendo la de la tercera entrega: Iridescence.
Espero que la cuarta película Transformers: la era de la extinción, este al nivel de la tercera. De momento fiémonos de Mark Whalberg, que sabe hacer bien las cosas.


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