Saturday, 26 September 2015

El corredor del laberinto: Las pruebas (Crítica)

Título: El corredor del laberinto-Las pruebas
Título original: The maze runner-The scorch trials
Duración: 131 min
Director: Wes Ball
Reparto: Dylan O'Brian, Ki Hong Lee, Thomas Brodie Sangster, Kaya Scodelario, Aidan Gillen.
Sinopsis: secuela de la aventura distópica adolescente El corredor del laberinto, con algunas respuestas a las preguntas que dejaba la primera entrega...






"Thomas, cuida de ellos"
Winston

Tenía las miras muy altas cuando fui a ver El corredor del laberinto, y no quedé decepcionado. Fue una de mis películas favoritas del año pasado, como os comenté en aquel especial y en su propia crítica.
Es por eso, que esperaba que la segunda entrega, que adaptaba mi libro favorito de la saga, fuera aún mejor. Y vaya que si lo ha sido.
Resulta que Las pruebas es una película con todas las letras: es tensa, emocionante, frenética en muchos tramos, bien realizada, interpretada y narrada... En definitiva, una gozada.
Eh, no seré yo el que diga que Las pruebas es una película súper original. No lo es, pero no parece molestarse en ello. ¿Cómo se da uno cuenta? Porque hay numerosas referencias a otras películas, tanto distópicas como de catástrofes. En concreto, me hicieron especial gracia las que aluden a la segunda parte de Jurassic Park y a Mad Max (bastante obvias para quien está atento).

También se nota la inspiración en otras apariciones de zombies, que toma el aspecto y comportamiento de The walking dead y The last of us y su manera de moverse es similar a la de Guerra Mundial Z (no tan rápida, pero similar en muchos aspectos).
En lo demás, la película mejora a su antecesora en todos sus aspectos. Además, logra mantener la tensión en todo momento, lo que le da un plus al conjunto, porque no va a lo seguro.
Con esto quiero decir que la mayoría de las producciones dirigidas a adolescentes no conllevan estos niveles de tensión, sino que se dejan llevar por lo que el público quiere ver (teóricamente). El mayor ejemplo que encuentro es Los juegos del hambre, más aún que Divergente. ¿Por qué? Porque Divergente sí que es una saga-que-intenta-plagiar-a-otra pero era muy esperable, lo único que sentimos es indiferencia (ni siquiera he visto la secuela, de momento al menos). En cambio, con la saga de Jennifer Lawrence (por muy buena actriz que sea) ha terminado por convertirse en un plagio de sí misma, en la que los personajes actúan de manera robotizada, sabiendo perfectamente cual puede ser su siguiente frase (y especialmente el personaje de Katniss, por desgracia). Aún tiene cosas buenas, pero he terminado por pensar que es Los juegos del hambre, la que se va convirtiendo en un Divergente.
Evidentemente, la tensión no es agobiante pero resulta un extra inesperado que ya se dejaba notar en la primera parte pero que resulta elevado a la décima potencia en la segunda entrega.
La primera mitad de la película resulta de un frenesí inusitado. Tres o cuatro largas secuencias de acción que están muy bien dirigidas y coreografiadas. Se aprecia algún momento de cámara confusa, sobre todo en la primera aparición de los Raros (luego me pondré con ellos), pero es puntual. Por lo demás, se nota que la mejoría viene con la práctica en la dirección de Wes Ball.
En los primeros minutos, asistimos a una especie de "zona segura" que resulta no serlo. Decir que ya desde el principio, la película se separa exageradamente del libro en muchos sentidos.
Para empezar, la motivación de los personajes no es la misma que en el libro, Teresa no estaba presente la mayoría del tiempo y algunos acontecimientos eran muy diferentes... Por suerte, hay muchas cosas que no se han tocado, como la escena de Thomas y Brenda en los túneles (una pena que los Raros no hablen), los rayos y algunas otras referencias que harán las delicias de los lectores. Incluso se muestra un paralelismo con la muerte de un personaje en libro y en película que, aunque no es fiel, si se deja ver como referencia.
Ya he mencionado el componente de acción y tensión, pero ahora llego al de diálogos. Lo cierto es que están muy mejorados. El problema de la anterior es que era un final cantado: no iban a morir todos en el Laberinto ¿no? Pues aquí ya no se da ese impedimento y no hay límites. La verdad, me ha sorprendido en muchos aspectos.
Los personajes son mucho más carismáticos de lo que me esperaba:
Janson y Paige salen poco, sobre todo esta última, pero son muy fieles al original. El caso de Janson es especial porque, a pesar de sus breves minutos, tiene un papel de mucho más peso que en el libro.
Brenda y Jorge son mejores que en el libro. Punto. Mucha más capacidad de empatía con el espectador, un Jorge más simpático y una Brenda mucho más vulnerable. Grandes incorporaciones.
Teresa me produjo sentimientos encontrados en el libro, pero aquí no se deja esa especie de ambigüedad que tenía, lo que le sienta bien porque se entiende mejor la motivación del personaje. Tiene un muy pequeño protagonismo aunque vaya con los demás chicos, pero es el suficiente como para que nos ayude a entender el clímax final.
Pero no todo es positivo en el apartado de personajes, porque los simpáticos clarianos quedan muy en segundo plano, en comparación con Thomas. La película le pertenece y es el protagonista absoluto. Vale, es el protagonista, pero los momentos de Minho son buenísimos y Thomas Brodie-Sangster (Newt) es el que tiene más experiencia en el cine, no entiendo su poco (aunque eficaz) uso.
Y que decir de Aris y las chicas. El primero solo sale al principio y luego no vuelve a articular palabra y las segundas apenas tienen un par de líneas de diálogo. En concreto Aris me defraudó un poco porque desde su primera escapada podría ser un saco de patatas que nos iba a dar lo mismo. No digo que el actor lo haga mal, solo que el papel es ínfimo si se tiene en cuenta que el principio parecía anunciarnos un personaje principal.
Por suerte, cuando uno empieza a pensar en esto aparece alguna escena que realmente consigue emocionar al espectador y vuelve a conectar. Una en concreto fue especialmente emocionante, consiguiendo lo que el libro no había conseguido.
¿Qué pega podría haber echado a perder el conjunto? El hecho de que es una segunda parte de una trilogía. Es lo que Peter Jackson temía con El señor de los anillos (aunque no le pasó, por eso Las dos torres es una obra maestra): una película que no tiene principio ni fin puede no dejar satisfecho al espectador.
Por suerte, todos los cabos necesarios se atan y se deja la película en un "final de episodio" perfectamente válido. Aunque se sigue quedando a medias, es más satisfactorio que la primera entrega, en la que parecía que habíamos visto un prólogo y nos dejaban cuando iba a empezar lo mejor.
Los Raros merecen un punto para ellos solos para bien y para mal. Para empezar, su caracterización es buena, no se abusa de CGI y dan un cierto miedo. No excesivo pero inquietan bastante. Lo único que me molesta de cambios en el libro es que no hablen como sí hacían en la novela. Habría sido genial si lo hicieran pero bueno, no se puede tener todo (aunque quizá lo hagan en La cura mortal, por algunas pistas que se dan en la película).
En conclusión, Las pruebas es una película que, sin ser perfecta, es tremendamente entretenida (más allá de algún bajón de ritmo ocasional, no se puede mantener el ritmo de la primera hora siempre) y supera con creces a su antecesora. Me gusta que están siendo respetuosos con el material original, lo que se aprecia en que, a pesar de que haya cambios, muchas escenas son transcritas tal cual de las páginas y que, además, la tercera entrega de la saga no será dividida en dos partes. A la espera de El marciano (cuyas primeras críticas son muy positivas), Las pruebas es una película tremendamente válida.


EmoticonEmoticon